¡Camarero, una de cucarachas fritas, por favor!


Los alimentos a base de insectos aportan alto valor nutritivo y contribuyen positivamente a conseguir un mundo más sostenible. Además pueden tener un hueco fundamental en la cocina gourmet del futuro.

 

A principios de año, la UE dio luz verde a la comercialización de insectos para el consumo humano. Hace ya unos 10 años, la FAO lanzó un estudio donde aseguraba que comer insectos podría ser una buena solución para acabar con el hambre del mundo.

Esta práctica, la entomofagia, se lleva realizando desde la antigüedad, y actualmente no son pocos sus seguidores  (unos 2000 millones de personas), de hecho es un alimento  habitual en la dieta de más del 80% de culturas en el mundo, en países como México, China, Filipinas o Tailandia, entre otros.

Los insectos son nutritivos, así lo aseguran los expertos, ya que cuentan con una gran gama de proteínas similar a la de la carne, pero más baratos. Según la FAO y la universidad de Wageningen  (Países Bajos), existen aproximadamente unas 1900 especies de insectos comestibles, pero entre todos ellos, los escarabajos siguen siendo los preferidos. El doctor Miguel Ángel Martínez-González sitúa a la proteína procedente de insectos "en un espacio intermedio" entre la animal y la vegetal (no tan nociva como la primera ni tan beneficiosa como la segunda).

Cuando pensamos en comer insectos,  el aspecto puede que sea lo que nos eche un poco para atrás; Incluso alguno cree que se ingiere al bichito tal y como encontramos, pero en realidad, cada insecto es procesado y cultivado para que sea un alimento nutritivo, y tiene una crianza adecuada para que cumpla unas garantías alimenticias necesarias para el consumidor, y se evite así el riesgo de sufrir intoxicaciones o alergias.

Una forma de empezar a incluirlo en nuestra alimentación, así sin darnos mucha cuenta, podría ser tomarnos una barrita energética hecha de grillos como la de Insectfit (fabricada por 3 alicantinos). Fuera de España, en países como Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Finlandia, Francia o Italia entre otros, ya existe un pequeño nicho de mercado. Algunos productos: Anty Gin, ginebra realizada con los aromas de la hormiga roja europea, Green Kow que vende 4 cremas para untar hechas con el llamado gusano de harina, la empresa Fazer, elabora un pan – Fazer Sirkkaleip- que contiene además de ingredientes tradicionales (harina de trigo, centeno, semillas de girasol y sésamo), un polvo que se obtiene tras secar y moler unos 70 grillos domésticos.

Lo que sí está claro, es que dentro de unos años, vamos a ser muchos en el planeta, y será difícil conseguir alimentos para todos, así que, habrá que ir pensando, por lo menos, en probarlos. Seguro que en alguna parte del mundo, algunos piensan que comer gambas, ostras…, no es muy apetecible, y para otros, es una exquisitez.

Quizá Simba en El Rey León tenía razón cuando decía: "viscoso pero sabroso".

Fuente: Insectfit | Sputnik news Verne | Boticaria García  |  El Confidencial  |  

Links de interés:
La Vanguardia / Insectfit  /  Excelsior  /  Guía Repsol  Esquire /