¿EL LOW COST TOCA FONDO?
Mientras el modelo sigue creciendo y atacando nuevos sectores –la última tendencia son los gimnasios low cost–, ámbitos más maduros como el aéreo, la moda o la alimentación buscan nuevas fórmulas para recuperar el valor perdido durante los últimos años.
En cualquier sector, la irrupción del low cost tiene un efecto perverso porque provoca una pérdida de valor inmediata y, normalmente, también de la calidad. El modelo tiene sus límites porque siempre habrá alguien que venda más barato y es muy difícil mantener volúmenes que permitan obtener beneficios.

Mientras hay sectores en los que sigue creciendo y cuenta con un gran recorrido, en ámbitos más maduros las empresas ya están virando hacia productos de mayor calidad y mejor servicio:

Mercadona busca ganar valor con un enfoque de tenderos y replantea su oferta en frescos, apostando por la calidad y no solo por precio.

Vueling define su modelo como low cost premium.

Mango ha lanzado nuevas gamas de producto y también ha apostado por una línea premium.

H&M ha abierto una nueva cadena, &Otherstories, con un modelo de más calidad y precios más altos.

El low cost es un modelo de consumo de usar y tirar, que va en contra de los valores del nuevo consumidor, más asociados al consumo responsable. Tras una etapa gris de seis años, el consumidor que se lo pueda permitir pagará más por tener una mejor experiencia o servicio.
Fuentes: AINTZANE GASTESI. La Vanguardia, 13 enero 2014
Links de interés:
| Blogs.eada | laVanguardia |